Querida caja boba:
En el corto tiempo que llevo de conocerte me resulta insano evaluar los pros y contras de esta experiencia contigo, te pido no seas tan juicioso al leer la carta ya que gracias a ti he perdido gran cantidad de neuronas requeridas para una digna redacción.
Ultimamente me siento mas expuesta y vulnerable al mirar la contra cara de tu evolución, por mucho que distraiga a mis recuerdos: te siento como bomba que impacta en un jardín de niños o el causante inductor de los asilos para aquellos que enferman de abandono, o la madre soltera que ha sido coartada por una sociedad absolutamente permisible ante el violador.
Asqueada estoy hasta los huesos cuando juegas con la mente de tus fieles transmitiendo una y otra vez la muerte de algún hijo,hermano, padre o amado, me recuerdas el llanto de los que sobran, de los perdidos, del dolor ajeno, retornas golpeando a los de más abajo, engrandeces con imágenes los secuestros, los ultrajes, el desconcierto abrumador de los sentidos: cólera... cólera es lo que siento cuando le aplauden al cazador que blinda su cuerpo con la piel masacrada de aquellos cuadrúpedos carentes del don de la palabra.
Cuando el hambre existe en mayoría, la boca de los que se creen inmortales se atragantan de excentricidades.
Los infantes están perdidos con la nanas que repartes, los ves crecer a cada hora, alimentados con ego, con amor al desapego "aquí todo tiene precio" todo huele a dinero.
Para que hacerse cargo de su vida si todo lo que ven son fantasías.
¿Y porque será que a la mayoría le asusta morir en soledad?
"Si se les ve vivir en una caja y cuando tienen que salir, prefieren morir ahí"
