La verdad nunca se sabe pero parece que esta viva, serpentea en los caminos, da un rodeo, se refleja de una pieza en la serenidad del lago y salta por el retrovisor a cualquier hora del día. La verdad viaja en tranvía, llamado desprecio , deseo, dolor, en las faldas vaporosas de mujeres tropicales, sobre el ritmo memorioso de un reloj, viaja y sostiene el aliento plausible de tanto viento y de tanto sol. La verdad nunca es de Dios si no de dos. El diálogo la esparce por encima de mentiras, cálculos, profanaciones pre frontales y trepanación incisiva en la conciencia del consumidor.
Por eso la verdad sangra de golpe gritería de hojalata en las grietas de los muros y cercena a voz en cuello el silencio de los muertos, de la noche, de lo oscuro, el silencio del viento.
Por eso la verdad sangra de golpe gritería de hojalata en las grietas de los muros y cercena a voz en cuello el silencio de los muertos, de la noche, de lo oscuro, el silencio del viento.
Yo le soy fiel a la verdad por eso me gusta este texto. Me gusta.
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