Era mía

Y yo la veía, frente a su espejo con la luna manchando desde la primer vértebra hasta la última de su espalda,imaginaba sus ingles entre manos y mis dedos recorriendo su piel.Ella era mía, toda mía,su torso delgado rodeado por mis brazos,mi cuerpo palpitando entre su carne de leche,el cielo en su pelo bajando y bajando,más y más abajo,donde ardía mi pulso, donde se quebraban mis huesos temblaban mis piernas y entre ellas mi pedestal sostenía.Era mía,ella vivía en mis ojos,en el valor de mi alma,en el peso de mi sangre. Rodeada por la nada parecía que flotaba,yo seguía su nuca junto a sus hombros me dibujaba,sus axilas,su rosado pecho que subía y bajaba como si danzaran y su vientre, quería dormir sobre su vientre y sujetarme a sus nalgas como si algo me pasara,y fue ahí... abrí mis ojos;su mirada se alejaba al igual que la música de su sonrisa emanada.El miedo me somete,como cada vez que se viste.