la periferia envolvente engaña.
Para entonces,
las palabras remendadas con desechos.
Desempaco y empaco,
el principio del instante inmediato,
segundero cíclico,
todo se ve como suspiro opaco.
Empaco y desempaco
el final del principio desenfrenado.
La costosa inversión de infinitas caretas impuestas.
La bofetada egocéntrica replica: "¡No soy el gatillo de tu arma"! "¡No soy el gatillo de tu arma!"
Pierdes el suelo,
¿Qué te hace creer que el arma esta cargada?
¿Qué te hace creer que soy bala?
frente a ella
otra se pone los tacones,
Tú
de mallas y tutees de colores,
Junto a ella
Él empaca y desempaca la avenida que corre por tu alma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Que bueno verte por aquí!,Te ha gustado lo que viste?