El amor no es una institución, es solo un juego de caricias que termina siempre con la separación momentánea, temporal o eterna de quienes se estaban acariciando; el número de participantes, el sexo o el tiempo de los encuentros y sus formas quedan en el rubro de preferencia y preferencias hay millones.
El amor no es una institución, es solo un juego de caricias que termina siempre con la separación momentánea, temporal o eterna de quienes se estaban acariciando; el número de participantes, el sexo o el tiempo de los encuentros y sus formas quedan en el rubro de preferencia y preferencias hay millones.