miércoles, 30 de enero de 2013

Esqueleto

El aliento se suicida, abandona a la bastarda extrovertida.
A carcajadas atrapa las miradas,
Es pesado andar con chanclas de paja.
En la nuca los costales añejos.
Va pateando su mirada
Mordiendo su esqueleto
Perdida en los inciertos
de vivir entre muertos.

Esqueleto

El aliento se suicida, abandona a la bastarda extrovertida.
A carcajadas atrapa las miradas,
Es pesado andar con chanclas de paja.
En la nuca los costales añejos.
Va pateando su mirada
Mordiendo su esqueleto
Perdida en los inciertos
de vivir entre muertos.

Cena

me molseta vivir sola, luego me siento un mueble olvidado, como una mesita telefonica a la mitad de una carretera por donde nadie ha transitado y llueve. Un timbre lejano resuena con ganas y las copas se rompen cobardes en una hilera de estupidas desgracias. Pienso en ti: te veo sobre un tablero de ajedrez vestida de reina del siglo XVIII, de negro, sonries y avanzas por los cuadros de tres en tres, de frente o recorriendo en diagonal el centro del tablero. Un arlequin salta a la escena y los jugadores, con mano precisa lo colocan fuera. Son las ocho de la noche. EN pocos minutos terminara la jornada y el aullido de un perro resuena a lo lejos. El agua en la estufa ya esta hirviendo. La vela encendida chorrea hasta el suelo. Vamos a cenar.

Cena

me molseta vivir sola, luego me siento un mueble olvidado, como una mesita telefonica a la mitad de una carretera por donde nadie ha transitado y llueve. Un timbre lejano resuena con ganas y las copas se rompen cobardes en una hilera de estupidas desgracias. Pienso en ti: te veo sobre un tablero de ajedrez vestida de reina del siglo XVIII, de negro, sonries y avanzas por los cuadros de tres en tres, de frente o recorriendo en diagonal el centro del tablero. Un arlequin salta a la escena y los jugadores, con mano precisa lo colocan fuera. Son las ocho de la noche. EN pocos minutos terminara la jornada y el aullido de un perro resuena a lo lejos. El agua en la estufa ya esta hirviendo. La vela encendida chorrea hasta el suelo. Vamos a cenar.

viernes, 25 de enero de 2013

Premura

Me he ido curando poco a poco
de ese dolor sembrado que dejo tu cuerpo
en medio de mi cama
mi corazón ya late sin premura
y no corre tras tu imagen rota
voy conciliando el nombre de otros hombres
aprendo en la entrepierna de cualquiera
y avanzo noche a noche por mis ganas.
Poema y fotografía:
Mónica Sánchez Orozco
Escritora

Premura

Me he ido curando poco a poco
de ese dolor sembrado que dejo tu cuerpo
en medio de mi cama
mi corazón ya late sin premura
y no corre tras tu imagen rota
voy conciliando el nombre de otros hombres
aprendo en la entrepierna de cualquiera
y avanzo noche a noche por mis ganas.
Poema y fotografía:
Mónica Sánchez Orozco
Escritora

lunes, 21 de enero de 2013

Fragmentos

De repente soy la aparición de aquel desaparecido
entra y sale sin permiso
De repente soy el pensamiento del momento
segregado por tu aliento,
el sigilo trabado en los hombros
reniegan las palabras sometidas a fragmentos
tragados por el tiempo.
Anuda el pensamiento desollado al desplomarse la mirada


Fragmentos

De repente soy la aparición de aquel desaparecido
entra y sale sin permiso
De repente soy el pensamiento del momento
segregado por tu aliento,
el sigilo trabado en los hombros
reniegan las palabras sometidas a fragmentos
tragados por el tiempo.
Anuda el pensamiento desollado al desplomarse la mirada


domingo, 20 de enero de 2013

Desvestida la razón

Entre murmullos se desviste la razón,
clausura ventanas con la piedad oxidada,
se alimenta de grilletes,
cadenas y perillas.
De tanto en tanto
el concreto me saluda con la misma gracia con que empuñas las plegarias.
De esquina en esquina
Rebotan las risas perdidas,
los cantos varados en el eco que vestías.
Recluida en tus palabras
un orificio gritaba:"Te dejo libre, has lo que quieras."
pero no escuchabas porque nunca estabas.

Ilustración de la autora.

Desvestida la razón

Entre murmullos se desviste la razón,
clausura ventanas con la piedad oxidada,
se alimenta de grilletes,
cadenas y perillas.
De tanto en tanto
el concreto me saluda con la misma gracia con que empuñas las plegarias.
De esquina en esquina
Rebotan las risas perdidas,
los cantos varados en el eco que vestías.
Recluida en tus palabras
un orificio gritaba:"Te dejo libre, has lo que quieras."
pero no escuchabas porque nunca estabas.

Ilustración de la autora.

sábado, 19 de enero de 2013

El chisme


El chisme nos regocija porque
participamos de vidas ajenas desde lo oscurito,
armados de juicios en donde el espectador, se deleita en la contemplación profunda de todos aquellos detalles por los que el otro ha caído en desgracia.
El chismoso no tiene otra cosa que hacer después de agotar las fuerzas en trabajos vanos, cuando no está hablando de los demás, está mirando telenovelas o revistas o programas de televisión que tiran chisme tras chisme de los dioses que previamente les inventaron. La indiscreción como ejercicio cotidiano, estilo de aerobic mental, deviene parte del carácter de todo un pueblo.
Pero esto no es gratuito, los medios masivos de información nos inducen a pensarnos tan corruptos como la gente que nos gobierna porque ellos mismos son dueños de todo el espectro electrónico. Exaltan valores mercenarios como la fama, el dinero, el sexo como mercancía y el poder, tan refinadamente que un ojo no entrenado en la manipulación de las conciencias no capta el truco en los hechos. El grupo de magnates que controlan el Estado erigen desde ahí conductas permitidas, modos libertarios que solo se refieren a la moda, estallidos hedonistas de un gozo mayor en pos de la originalidad and la exclusividad. Organizan así una competencia abierta entre las masas avalada por los dioses del momento, un cantante de ranchero, un transexual venido a monja, el santo papa o las papas fritas.
Todo en esos medios es aparentemente gratuito, decididamente grotesco y se vende como el simulacro que mantiene obediente a una masa excluida del bienestar social.
Apaga la tele y prende tus ojos en los filósofos que dieron origen al pensamiento occidental. Desde los griegos y de ahí para adelante. Son textos que siempre encontraras en bibliotecas públicas.
autora:Mónica Sánchez

El chisme


El chisme nos regocija porque
participamos de vidas ajenas desde lo oscurito,
armados de juicios en donde el espectador, se deleita en la contemplación profunda de todos aquellos detalles por los que el otro ha caído en desgracia.
El chismoso no tiene otra cosa que hacer después de agotar las fuerzas en trabajos vanos, cuando no está hablando de los demás, está mirando telenovelas o revistas o programas de televisión que tiran chisme tras chisme de los dioses que previamente les inventaron. La indiscreción como ejercicio cotidiano, estilo de aerobic mental, deviene parte del carácter de todo un pueblo.
Pero esto no es gratuito, los medios masivos de información nos inducen a pensarnos tan corruptos como la gente que nos gobierna porque ellos mismos son dueños de todo el espectro electrónico. Exaltan valores mercenarios como la fama, el dinero, el sexo como mercancía y el poder, tan refinadamente que un ojo no entrenado en la manipulación de las conciencias no capta el truco en los hechos. El grupo de magnates que controlan el Estado erigen desde ahí conductas permitidas, modos libertarios que solo se refieren a la moda, estallidos hedonistas de un gozo mayor en pos de la originalidad and la exclusividad. Organizan así una competencia abierta entre las masas avalada por los dioses del momento, un cantante de ranchero, un transexual venido a monja, el santo papa o las papas fritas.
Todo en esos medios es aparentemente gratuito, decididamente grotesco y se vende como el simulacro que mantiene obediente a una masa excluida del bienestar social.
Apaga la tele y prende tus ojos en los filósofos que dieron origen al pensamiento occidental. Desde los griegos y de ahí para adelante. Son textos que siempre encontraras en bibliotecas públicas.
autora:Mónica Sánchez

viernes, 18 de enero de 2013

Puentes

Mi amor por ti ya no es violento
no temo y no calculo
no voy poniendo puentes entre el cielo
y una fuente de espinacas,
no voy a encadenar con mi deseo
a la persona que amo
y todo esto no te compromete
conmigo de ninguna forma.
Somos seres separados y si entiendo
me alucino o no entiendo ninguna parte
es el proceso de mi propia vida.
AUTORA:Mónica Sánchez

Puentes

Mi amor por ti ya no es violento
no temo y no calculo
no voy poniendo puentes entre el cielo
y una fuente de espinacas,
no voy a encadenar con mi deseo
a la persona que amo
y todo esto no te compromete
conmigo de ninguna forma.
Somos seres separados y si entiendo
me alucino o no entiendo ninguna parte
es el proceso de mi propia vida.
AUTORA:Mónica Sánchez

miércoles, 16 de enero de 2013

Ventanilla

Otra vez olas
Aquí en el remolino pero resistiendo en mi tablita.
Camino ágil por los días y subo y bajo entre los laberintos de la burocracia,
la más más mínima acción implica recurrir a ella,
meterse en la estructura del sello y la hilerita...
-buenas tardes, ¿me podría informar?
me han dicho que en esta ventanilla
aún quedan cinco minutos.
¿por que no me atiende?
-Y ¡zas!-De un golpe trapero baja el cristal de la ventanilla
y el eco de ese ruido es mas grande que mi sed,
más largo que la ira,
más intenso que cualquier memoria de un cristal quebrado
y un tropel inmemorial de rocas indistintas
se atora en mi garganta.
Regreso mañana, digo, y así al día siguiente.
De menos ahora me doy cuenta por qué no me entuisiasma el trato mundano.
Me tratan como cosa y yo me dejo.¡hum!

Hay días en que mis focos se prenden todos en rojo,
recorto mis gastos y cierro la puerta
la inmovilidad me guiña el ojo como única respuesta
pero no cedo, bailo, grito, me alboroto
y recupero fuerza.

No se como desaprender este sopor de años
camino hacia adelante,
me muevo para atrás,
la lentitud del alma chorrea desde los vidrios rotos
bajo un ventana llena de luz
Mónica Sánchez
Escritora

Ventanilla

Otra vez olas
Aquí en el remolino pero resistiendo en mi tablita.
Camino ágil por los días y subo y bajo entre los laberintos de la burocracia,
la más más mínima acción implica recurrir a ella,
meterse en la estructura del sello y la hilerita...
-buenas tardes, ¿me podría informar?
me han dicho que en esta ventanilla
aún quedan cinco minutos.
¿por que no me atiende?
-Y ¡zas!-De un golpe trapero baja el cristal de la ventanilla
y el eco de ese ruido es mas grande que mi sed,
más largo que la ira,
más intenso que cualquier memoria de un cristal quebrado
y un tropel inmemorial de rocas indistintas
se atora en mi garganta.
Regreso mañana, digo, y así al día siguiente.
De menos ahora me doy cuenta por qué no me entuisiasma el trato mundano.
Me tratan como cosa y yo me dejo.¡hum!

Hay días en que mis focos se prenden todos en rojo,
recorto mis gastos y cierro la puerta
la inmovilidad me guiña el ojo como única respuesta
pero no cedo, bailo, grito, me alboroto
y recupero fuerza.

No se como desaprender este sopor de años
camino hacia adelante,
me muevo para atrás,
la lentitud del alma chorrea desde los vidrios rotos
bajo un ventana llena de luz
Mónica Sánchez
Escritora

domingo, 13 de enero de 2013

Budapest

Marcelita se quedó cuadrada cuando le comunique nuestra situación. Me estaba mostrando su colección de zombies confeccionados por ella misma, unos muñequitos de felpa tan diversos y originales que me pesó no comprarle ninguno. Son los juguetes ideales, no reproducen lo establecido y circulan por si mismos, autónomos, sin marca, hechos por las manos de esta artista que es Marcela Lizárraga y, te digo, se quedo cuadrada cuando le comunique nuestra separación. La cara se le hizo triángulo primero y después rombo, luego cuadro y ahí se quedo por un rato.
Entonces llego un tipo a saludar y se integro a la charla, chaparrito, sonriente, seguro, contó de su estancia por siete años en Budapest, las formas en que se integro con el tambor a cuestas, las noches musicales y bohemias, el desarraigo y la nostalgia, hasta que regreso hace un año y no se encuentra, extraña la noche de Budapest, la propuesta cultural y artística, el fluir en la consecución del arte desde aquella capital donde se habla un idioma impronunciable y en ingles, dice, me entendía con los demás y experimentaba la otredad completa en esa trama.
Solo dije ya lo creo, planeando meterme a la red en pos de Budapest, a mi me encantan las historias de alto riesgo, propias o ajenas, de otra forma me parece que no sucede nada. Los moldes atragantan su sonido en mi palabra y de esa forma solo reproducimos los modos establecidos por el poder, para la convivencia, según ellos la sana convivencia pero si levantamos tantito la alfombra nos damos cuenta que nos es ni mucho menos convivencia y tampoco tiene la sanidad indispensable para sobrevivir emocionalmente.
Autora:
Mónica Sánchez Orozco

Budapest

Marcelita se quedó cuadrada cuando le comunique nuestra situación. Me estaba mostrando su colección de zombies confeccionados por ella misma, unos muñequitos de felpa tan diversos y originales que me pesó no comprarle ninguno. Son los juguetes ideales, no reproducen lo establecido y circulan por si mismos, autónomos, sin marca, hechos por las manos de esta artista que es Marcela Lizárraga y, te digo, se quedo cuadrada cuando le comunique nuestra separación. La cara se le hizo triángulo primero y después rombo, luego cuadro y ahí se quedo por un rato.
Entonces llego un tipo a saludar y se integro a la charla, chaparrito, sonriente, seguro, contó de su estancia por siete años en Budapest, las formas en que se integro con el tambor a cuestas, las noches musicales y bohemias, el desarraigo y la nostalgia, hasta que regreso hace un año y no se encuentra, extraña la noche de Budapest, la propuesta cultural y artística, el fluir en la consecución del arte desde aquella capital donde se habla un idioma impronunciable y en ingles, dice, me entendía con los demás y experimentaba la otredad completa en esa trama.
Solo dije ya lo creo, planeando meterme a la red en pos de Budapest, a mi me encantan las historias de alto riesgo, propias o ajenas, de otra forma me parece que no sucede nada. Los moldes atragantan su sonido en mi palabra y de esa forma solo reproducimos los modos establecidos por el poder, para la convivencia, según ellos la sana convivencia pero si levantamos tantito la alfombra nos damos cuenta que nos es ni mucho menos convivencia y tampoco tiene la sanidad indispensable para sobrevivir emocionalmente.
Autora:
Mónica Sánchez Orozco

miércoles, 9 de enero de 2013

ABRA Palabra

Para mi, la palabra es el medio,
un lenguaje que atesora significados y olores
referencias sesgadas o directas,
giros varios que acaban en pirueta
de sonidos entre un trapecio y otro.
Amalgama de sentido en carne propia
musiquita buena para el alma
la palabra es árbol de la abundancia
recorriendo los posibles atributos de la nada
inventando marejadas de una gota
y creciendo siempre de madrugada.

ABRA Palabra

Para mi, la palabra es el medio,
un lenguaje que atesora significados y olores
referencias sesgadas o directas,
giros varios que acaban en pirueta
de sonidos entre un trapecio y otro.
Amalgama de sentido en carne propia
musiquita buena para el alma
la palabra es árbol de la abundancia
recorriendo los posibles atributos de la nada
inventando marejadas de una gota
y creciendo siempre de madrugada.